Yo, el peor de todos. Indigno hijo de María, bendito hijo de Eva. Escribo.
Mi dulce Dios..- ¿Qué quiere Usted de de mi?
Cansado, enfermo, levantandose cada que le rompen las piernas, sostenido de aves Marías. No te olvides de mi.
No sé ni por qué escribo en este rincón olvidado qu4e nadie visita, en este lugar apartado que nadi lee ni recuerda, sólo diré: Gracias por todo.
Por conocer el amor de mis alumnos. Y encontrar rl amor a mi trabajo dándome a los demás, no por el salario, el reconocimiento, la fama o fortuna, sino porque puedo ayudar a que su vida sea mejor o llevadra, con una clase, un consejo. un pedazo de mi corazón.
Por conocer el sufrimiento y la soledad, porque ahi aprendí lo importante de es dar apoyo, de ser dulce y firme. De darles todo mi amor, a ellos, las luces de mis ojos, por los qué cada que caigo enfermo digo "no he de morir aún#.
Por sentirme solo y abandonado. Porqué entiendo entonces esas palabras desde la Cruz diciendo "tengo sed"...
Por tener dolor y sentirme vivo, por sentir alegría y sentirme eterno.
Mi querido Dios, déjame clavarme contigo. Y cada que aumente el sufrimiento, aumentame tu amor. Para cuando tenga que ir a tu lado, deje un mundo mejor del que encontré cuando nací, y cuando tenga un altar de muertos, pueda llevarme tranquilo mi pan dulce y los recuerdos del amor.
A mis dulces padres, Alfonsina y Rafael, a mis sacros padres María y José....no se olviden de mi, de esta alma torpe que no los olvida, pero que se olvido de escribir.
Que cada suspiro sea una oración, y pueda algún día estar contigo.
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