lunes, 27 de febrero de 2017

Los recuerdos de un pintor.

  Mahler: Adagietto Symphony 5 - Karajan

Hola Corazon, mi Dulce Señor de la Columna... te escribo porque me haces mucha falta y quiero volver a sentirme junto de ti.Aún ahora, ya tantos dias despues. Habiendo terminado mi trabajo el 5 de febrero, te extraño tanto.

Todo comenzo con un dibujo en mi primera visita en octubre del 2014, para matar el tiempo en mis descansos comence a dibujar, quería un dibujo del señor de la columna para mi madre, y empecé a trabajar bajo el desasosiego de sentir tantas miradas viendome con extrañeza y recelo, quiza por el cabello, quiza por tantas cosas. Y teniendote a Tí enfrente, me perdí; al voltear tenía miradas tras de mí y gente viendo mis manos moverse, fue así que descubrí que aún sintiendome mal, mi trabajo y Tú hablarían por mi.

Hablando con los sacerdotes del lugar me supieron pintor, les hable de cuando te pinto a Tí o a Mamá, y surgió una idea tentativa de algún cuadro para el Santuario. Los días se fueron y hasta febrero del 2015 en mi segunda visita esta duda se presento formal, en julio mande en manos de mi madre un dibujo de lo requerido (el retrato del padre Alfaro) ... me sentí com en Guadalupe mandando a la madre para preparar el camino, y aguarde. No fue hasta el octubre de ese mismo año que tuve la alegría de saber que ese encargo sería.. Y llore de felicidad, te tendría cerca y bien sabes que no suelo tener trabajo, y atravesaba una depresión tan larga que me dije que aguantaría para poder ir a trabajarte, ¿qué sacrificio importa cuando sabía que aunque fuese mi último cuadro lo habría hecho para Ti?... y esperé.

Noviembre, diciembre, enero... paso todo tan lento que no veía el día de ir. Finalmente, cuando se me dio fecha de llegada aún así sólo prepare mi maleta una noche antes y lo que requerriria para empezar, un trazado del cuadro para basarme y pasar el dibujo a la pared... dulce pared en la cual soñe poder dejarte un pedacito de mi corazón.

Viajando hacia allá, me asuste, entonces caí en cuanta de mis miedos e inseguridades, pensando salir a las 11 me fui a la 1, segun llegaba a las 5 y de no ser por el padre Ricardo que fue por mi hubiese quiza llegado más tarde. El corazón dio un vuelco al irte a saludar aquel lunes en la noche después de cenar...

Y al verme ahí, frente a ti, no pude dejar de llorar al no tener nada que darte, ni un tambor para tocarte como en el villancico... así que llorando te puse mis manos vacias en frente y te dije "esto es lo que tengo"... Solo tengo el alma de un humano que sabe que se equivoca, que quisiera amarte más y errar menos, y eso fue lo que en llanto te ofrecí, ni mis pinceles ni nada... solo las manos desnudas de alguien que quería hacerte sonreir. De alguien que aún no se desata de sus ataduras en el mundo y quisiera amarrarse contigo a la columna.

Al día siguiente todo empezo con ir por el material, donde en realidad me sorprendia y agradecia las facilidades para trabajar y la ayuda; me regalaste a mí (olvidado y presionado), yo  que llore por ayuda en la universidad y trabajos, pero que al verme capaz y talentoso nadie creia en el cansancio... y de pronto, para Tu mural tenia ayuda, apoyo y consuelo de cada que me cansaba irme a sentar a las gradas de tu imagen y solo verte como enamorado.... mio Caro Dios, lloro de recordarte y sentir que no te aproveche más y anhelando se repita.

Pase de ser un extraño el primer día a al ir conviviendo con los albañiles, con las mujeres que trabajan ahí en diversas faenas, con las religiosas y padres... me sentía parte de algo mágico y especial. No me sentí sólo ... si me cansaba iba a verte, para comer tenía compañia, para mis dudas tenía a los sacerdotes cerca, para amarte te sentía tan cerca, y aún cuando estaba ocupada la capilla podía ir a hurtadillas y ver a Nuestra Señora de la Luz... los pasillos enormes se hicieron pequeños para cantar y decirte cuan feliz era de pintar algo para tí.

La primer semana del trabajo en calma y despacio avance, quería cada cosa perfecta, era mi oportunidad, y como bien dije, no sé el futuro, así que quería dejarles un pedazo de mi corazón por si no volvía a píntar. Y fue así cuando de pronto, al verme, al hacer mi trabajo, de entre un grupo de seminaristas que hacían retiro, de pronto oi un nombre que me dieron,"maestro"... Ah Señor mio, si supiesen cual torpe me siento de pronto, ¿cómo poner en pinturas los colores que veo cuando te veo a los ojos o me permito verte? y llore .. pero esta vez fue alegría. Me sentí bendecido.

Y no contento con ello, Mio Caro Dio... al llegar más gente al santuario, al verme con mi bata manchada de colores, ese nombre regreso, pero más que eso me sentí útil si una pincelada mía hacia que pensasen en ti. Me dijeron personas que me veian pintar, que me regalaban un instante mientras yo trabajaba, que observaban silentes mi labor... me enseñaron tu cariño. Dos panes de dulce y un yogurt por si tenia hambre del padre Luis, dulces de los niños que me decian que pintaba lindo, la compañia y opiniones de la Madre Lilia e Irma, la atenciones del padre Ricardo y tiempo y gusto del padre Raul,... frases como "lo suyo es un don de Dios"... o la que se grabo en mi corazón a fuego, un viejesito, débil, cargando sus años que me llamo a bajar del andamio y me dijo "joven, que Dios le bendiga sus manos"...

Y mi corazon exploto, y de no ser por la reja que nos separa hubiera corrido a abrazarte y compartirte ese estallido de mi corazón al darte las gracias por regalarme tanto en dos semanas..

Día a día avance, con el gusto de saber que gustaba, pero más allá de eso con el deseo de que a todos les guste, de dejar un regalo en el santuario como me dijeron, hubo quien me dijo si pensaba en la importancia de que yo pintara en el Santuario de Atotonilco, lo pensé y quiza intuya, pero la verdad es que yo solo quería hacer lo que me hacía feliz y hacer que un momento me sonrieras...

Casi 100 horas de trabajo, momentos de duda, el borrar y rehacer un ángel, el preguntar antes de pintar, subir y bajar incontables veces, empujar el andamio y pensar que era demasido pequeño para ello, sentirme bajito para pintar.. y en cada trazo del retrato del Padre felipe Neri de Alfaro quería contribuir a su obra y divulgación, quiza no este o haya estado de acuerdo de pronto con su carisma... pero al verlo sonreir en la pared volvi a sentir algo que yacia dormido, el hacer que una pared y pintura pudieran respirar casi... Un restaurador de arte que vio mi trabajo me dijo que en mis cuadros me dejaba, que se notaba el cariño, la dedicación y cuidado. Yo pinto como bordando luz.

Detalle a detalle, reinterpretando respetuosamente lo que el cuadro original tenía.. pero dejandome un pedazo de mi ahí... Pinceladas mientras cantaba, otras al oir rezar, otras mientras lloraba, otras al reir, te deje un bordado de emociones en mis pinceladas, que tu sabras conservar... y si fuera tan breve cual burbuja de jabon... aun asi seria feliz de haberla hecho brillar. Dejé a cada cosa ser cómo quería y dejé un respiro en cada una, y es así que un óleo de siglos atras parecía de pronto nuevo. Y de entre todo un gallo mexicano y un ángelito negrito, como el quizo ser, yo trate de hacerlo igual ald e arriba y no se dejo. Me gusta mi angelito negro. Ya hay una iglesia de rumbo que los dejo entrar en su cielo.

No queria volver pero debia hacerlo. Revise detalles hasta el último momento hasta sentir en mi corazón un algo que me dijo "ya es momento de terminar". y Firme... y al ver el mural un rallo de luz lo cobijaba, y lo sentí como un visto bueno del cielo. Guarde mis cosas y me despedi de mi cuarto prestado, de quienes me sirvieron de comer, de quienes charlaron conmigo, de quienes me mostraron su fe y amistad en un tiempo tan breve, llevandome más que la admiracion y el reconocimiento, más allá que el título de maestro, recuerdos y sentimientos bordados en el corazón.

Pude una noche fotografiarte en paz y a la luz de una sola veladora y la luna, cante y soñe, te deje mis miedos y alegrias cada que pasaba frente a ti... y ahora cual enamorado que te extraña, solo quero enviarte esta carta, no porque no pueda orar y decirtelo, sino porque no quiero que el tiempo desdibuje lo que senti, quiza despues agregue cosas o recuerdos, pero lo importante escrito esta ya.

Así le regalaste a quien lloro el ser regateado, mal pagado, mal recibido, sin apoyo, ayuda y sin reconocimiento; el sentirse bendecido por ti y recibir bendiciones. Ya llevaras Tú a mis amigos y amigas a verte, atraeras como siempre multitudes al santuario, pero sé que al menos unas horas, pude (perdonen mi egoismo) tenerte solo para mi y sentirse el hijo favorito de ti.

Dos semanas casí; casí 100 horas pintando, 4635 Fotografias... y ahora, sin trabajo, sin dinero, solo espero ir a verte, no porque quiera pedirte más, ya sé que eres mi administrador y me encontraras trabajo y difusión, sólo quiero poder perderme en tus ojos y sentarme a mirarte, sin decir nada, y sentir que el tiempo no pasa...

He regresado a mi vida luchando por no decaer de nuevo, luchando por seguir trabajando, buscando fuerza y animo...  en este valle, en este mundo donde no oigo ni oraciones, ni puedo correr a tu imagen si algo me asusta. Pero sé que no me dejarás. Me llamo Juan "Dios tuvo misericordia" José "Él añadirá o Dios Proveera" y Guadalupe... no tengo porque tener miedo aunque cuando llore, se que amanecerá..

¿Que más decirte que no hayas visto?, sólo que multipliques como estrellas en el cielo, las bendiciones dadas, los favores y ayuda, las atenciones... el cariño, de fieles, miemrbos del santuario, trabajadores, sacerdotes y religiosas.. conservalos y hazlos sentir lo que me regalaste,

Y que puedan ver en la obra de mis manos, el deseo de mostrarte al mundo..

Mientras te dejo a forma de carta, los recuerdos de este pintor que no puede ver llegar el día donde alguien más me pida pintar algo para tu gloria y servicio...

Y repitiendome lo que dijeron "bendíceme las manos".

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